María Inés Armesto

Autobiografía:

Nací en Buenos Aires en 1971, vivo en Quito desde 1999. Soy fotógrafa, investigadora, docente y gestora cultural. Realizo curaduría fotográfica y edición visual en proyectos museográficos y editoriales. He participado como artista y curadora en muestras de arte en Ecuador, Francia, Argentina y Estados Unidos.

Inicié mi formación profesional en la Universidad del Salvador (Argentina), con una licenciatura en publicidad y un título de analista en medios de comunicación. Obtuve un máster en educación y museos por la Universidad de Murcia (España). Una parte importante de mi formación son los cursos, seminarios y talleres a los que asisto regularmente. Estos cubren una amplia gama de temas y disciplinas. Muchos han referido distintos aspectos de la fotografía: la historia, las técnicas arcaicas, lo documental, la fotografía como arte contemporáneo.  

Trabajo en el Archivo Blomberg desde su fundación, en el año 2000. Este fondo histórico cobija y difunde el legado artístico y documental del explorador, fotógrafo y naturalista sueco Rolf Blomberg y la artista guayaquileña Araceli Gilbert.

Me desempeño como docente de fotografía y lenguaje cinematográfico desde el 2001. Mis líneas de trabajo docente en el ámbito de la fotografía son:

• Semiótica y retórica de la imagen: significados, usos y lecturas de la imagen
• Historia de la fotografía: evolución de la técnica, el lenguaje y los géneros
• La fotografía en el arte contemporáneo
• Facilitación de procesos creativos
• Curaduría museográfica y edición visual

Una muestra de mi trabajo:


Serie “Lente cascoteada”, 2018.

Crucé el Atlántico por primera vez. Tres días después, golpeé mi cámara. El resultado fue un raspón, justo en la mitad de la lente. Dependiendo del ángulo de entrada de la luz, se producía una mancha clara o una oscura, que a menudo contrastaba maliciosamente con lo que quería fotografiar. No tenía otra cámara, ni la posibilidad de arreglarla o de comprar una nueva. Mi única alternativa: un celular “vintage” que tomaba fotos de muy poca resolución.

Situaciones desesperadas requieren medidas extremas. La mía fue decidir que no corregiría las fotos digitalmente luego del viaje. Tomaría las fotos que pudiera tomar. Buscaría la forma de poner la luz a mi favor, encubriría al raspón con el encuadre. Y la pesadilla tuvo un final feliz. Estas son tres fotografías de esa serie.


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